Aunque ahorrar debería ser un hábito cotidiano, muchas personas mantienen creencias erróneas que sabotean su salud financiera. Se piensa que hay que ganar mucho para ahorrar y que no se puede planear con libertad porque es un método restrictivo, pero esas afirmaciones están lejos de ser verdad.
Aquí te contamos los mitos más comunes y cómo reemplazarlos por una mentalidad más real y efectiva.
Mito 1: “Sólo se puede ahorrar si se gana mucho”
Realidad: Ahorrar no depende del monto, sino del hábito y la disciplina. Incluso aportes pequeños y constantes generan impacto real a largo plazo.
Mito 2: “Ahorrar es lo que sobra después de gastar”
Realidad: El ahorro debe ser prioridad. El método “págate a ti primero” consiste en separar una porción fija al recibir ingresos, antes de gastar.
Mito 3: “Guardar dinero es suficiente”
Realidad: Mantener efectivo sin rendimientos puede hacer que el ahorro pierda valor frente a la inflación. Es mejor explorar alternativas que protejan y hagan crecer el dinero con el tiempo.
Mito 4: “Vida solo hay una, mejor comprar lo que me hace feliz”
Realidad: Si bien es cierto que la vida hay que disfrutarla, esto se debe hacer con responsabilidad. Ahorrar no te restringe gastos, simplemente te ayuda a organizarte mejor sin dejar de comprarte lo que te gusta.
Mito 5: “El ahorro es solo para emergencias”
Realidad: Además de servir para imprevistos, el ahorro permite alcanzar metas personales como estudiar, viajar, emprender o comprar vivienda. El ahorro consciente es una forma de empoderamiento. Permite elegir desde la libertad, no desde la necesidad.
Esta información se fundamenta en estudios y guías de instituciones líderes en educación financiera (como BBVA, OVB, instituciones gubernamentales y organismos multinacionales) que promueven hábitos financieros saludables y desmitifican falsas creencias. Romper con estos mitos no solo abre paso a una vida con más tranquilidad y libertad, sino que te ayuda a organizarte mejor y pensar en el futuro. ¡Empieza hoy! Establece metas pequeñas, ahorra con constancia, y verás la recompensa. Lo importante es dar el primer paso.